Hay que ser cuidadosos con el medio ambiente. Así que dejémonos de electricidad y venga bombillas y bombillas. La próxima vez que se te muera una, vamos a reciclarla para que siga dando luz. Pero luz natural.
Hay dos opciones: la artesanal y la cara. La primera, no tiene porqué ser tan complida. Solo tienes que vaciar con cuidado la bombilla (algo peligroso, de todas maneras), meterle un cordón y óleo o aceite de ese que usaban los antiguos candiles (me explico como un libro abierto ¿eh?). Con ésto tendrás una vela-bombilla, muy duradera y ecológica.
Si lo tuyo no es el bricolage, siempre podrás comprar una. Eso si, el producto del artista te costará la friolera de 600 dólares, cantidad más que suficiente para que te obligue a ponerte manos a la obra con las bombillas de tu casa.
Anda, no seas perezoso y corre a la ferretería…
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